Croissants Rellenos de Chocolate


¿Hay algo más tentador que un croissant perfectamente dorado, recién horneado, y con un delicioso relleno de chocolate derretido? Estos croissants rellenos con chocolate son una verdadera obra maestra de la repostería francesa. Con su crujiente exterior y su centro suave y chocolatoso, cada bocado es una mezcla irresistible de texturas y sabores. 


Razón por la cual amarás esta receta: 

Imagínate mordiendo el croissant, con su crujiente capa exterior que cede a la suavidad y calidez de la masa, mientras el chocolate derretido se desborda en cada bocado. El contraste de texturas es simplemente celestial: crujiente por fuera, suave y esponjoso por dentro, con el chocolate fluido que envuelve todo con su dulzura decadente. Cada croissant es un pequeño lujo que puedes disfrutar en cualquier momento, pero que, por su sabor y su presentación, te hará sentir como si estuvieras en una cafetería parisina. Es la combinación perfecta para cualquier amante del chocolate y la pastelería fina.


Ingredientes:

  • 500 gramos de harina: La base de esta receta, proporcionando la estructura necesaria para que los croissants se levanten y se hagan perfectos. Elige una harina de buena calidad para obtener la textura adecuada.
  • 1 cucharada de levadura seca: Esencial para que la masa fermente y crezca, dándole esa ligereza que caracteriza a los croissants.
  • 3 cucharadas de azúcar: Un toque dulce que no solo endulza, sino que también contribuye a la textura suave de la masa.
  • 1 cucharadita de sal: Equilibra los sabores, resaltando la dulzura del chocolate y aportando profundidad a la masa.
  • ¼ cucharadita de polvo para hornear: Ayuda a darle un leve impulso a la masa, asegurando que los croissants sean esponjosos y ligeros.
  • ¼ taza de aceite vegetal: Aporta suavidad y humedad a la masa, facilitando su manipulación y mejorando su textura.
  • 1 huevo grande: Es el ingrediente que unifica la masa, dándole cohesión y suavidad, además de ayudar en la formación del croissant.
  • 1 cucharada de leche en polvo: Este ingrediente le otorga un toque de cremosidad y un sabor sutilmente rico, ayudando a que la masa tenga la consistencia ideal.
  • 250 ml de agua tibia: Esencial para activar la levadura y lograr una masa suave y manejable.

Para el relleno:

Chocolate negro, con leche o blanco: El chocolate es el corazón de estos croissants. Puedes elegir el tipo que prefieras, pero asegúrate de que esté picado en trozos pequeños para que se derrita perfectamente en cada bocado. La cantidad es a tu gusto: más chocolate, más indulgencia.


Preparación:

  • Activa la levadura: En un bol pequeño, mezcla la levadura, una cucharada de azúcar y un poco de agua tibia. Déjala reposar durante 5 minutos hasta que se forme una espuma. Esto significa que la levadura está activa y lista para trabajar.
  • Prepara la masa: En un bol grande, combina la harina, el azúcar restante, la sal y el polvo para hornear. Haz un hueco en el centro y agrega el aceite, el huevo, la leche en polvo, el agua tibia y la levadura activada. Mezcla hasta obtener una masa suave y elástica.
  • Amasa: En una superficie enharinada, amasa la mezcla durante unos 10 minutos, hasta que la masa esté suave, elástica y no se pegue a las manos.
  • Primera fermentación: Coloca la masa en un bol engrasado, cúbrela con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente una hora, hasta que haya duplicado su tamaño.


  • Estirar y rellenar: Desinfla la masa y estírala en un rectángulo grande y delgado. Corta la masa en triángulos uniformes y de base ancha. Coloca algunos trozos de chocolate cerca de la base de cada triángulo.
  • Enrollar los croissants: Enrolla cada triángulo comenzando desde la base hacia la punta, formando la clásica forma de croissant. Asegúrate de que el chocolate quede bien envuelto en la masa para que no se derrame durante el horneado.
  • Segunda fermentación: Coloca los croissants en una bandeja para hornear engrasada, dejando espacio entre ellos. Cúbrelos con un paño húmedo y deja reposar durante 30 minutos, para que sigan fermentando y se esponjen aún más.
  • Hornear: Precalienta el horno a 180°C. Hornea los croissants durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes por fuera.
  • Glaseado (opcional): Si lo deseas, una vez horneados y enfriados, puedes glasear los croissants con un poco de azúcar glas mezclada con agua para darles un toque extra de dulzura y brillo.


Consejos Adicionales:

  • Si prefieres un croissant con chocolate que se derrita completamente, corta los trozos más pequeños. Si te gusta encontrar trozos grandes de chocolate, puedes dejarlos más grandes, pero ten en cuenta que se derretirán menos.
  • Asegúrate de distribuir los trozos de chocolate de manera uniforme para que todos los croissants tengan un delicioso relleno en cada bocado.

Sugerencias de combinaciones:

  • Disfruta de estos croissants con una taza de café fuerte o té de hierbas. La combinación de chocolate y una bebida cálida es simplemente celestial.
  • Acompaña tus croissants con una mezcla de frutos rojos frescos. La acidez de las frutas complementará perfectamente la dulzura del chocolate.
  • Para un toque indulgente, sirve los croissants con una bola de helado de vainilla o chocolate. La combinación de la calidez del croissant y el frío del helado es una explosión de sabores.

¡Estos croissants con chocolate derretido no solo son irresistibles, sino también una forma de disfrutar la repostería artesanal en su máximo esplendor!


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