La tarta de jengibre con caramelo es un clásico de invierno, pero este pastel no es solo un postre, es una experiencia. Su historia se remonta a los mercados de Navidad, donde los aromas de especias y caramelos embriagan el aire. Esta receta tiene un toque especial: el caramelo de jengibre que se inserta directamente en el pastel, haciendo que cada bocado sea una explosión de sabor y textura.
Razón por la cual amarás esta receta:
Amarás este pastel porque combina lo mejor del jengibre picante, el caramelo suave y la cremosidad de un glaseado de queso crema. La mezcla de sabores cálidos y reconfortantes con el toque ligeramente ácido del queso crema crea un balance perfecto en el paladar. Además, el caramelo que empapa el pastel es una sorpresa deliciosa en cada bocado, convirtiéndolo en un postre para disfrutar durante toda la temporada navideña.
Ingredientes:
- Harina de todo uso (281 g): La base de esta receta que le da cuerpo al pastel.
- Especias (Jengibre, canela, nuez moscada, pimienta inglesa, clavo): Cada una de estas especias juega un papel fundamental en dar ese sabor cálido y reconfortante que define el pastel de jengibre.
- Polvo de hornear y bicarbonato: Para darle la esponjosidad ideal y un toque ligero a la mezcla.
- Azúcar blanca y azúcar moreno (210 g): Estas dos azúcares crean un equilibrio perfecto entre la dulzura y la humedad, mientras aportan un toque profundo de sabor.
- Mantequilla sin sal (140 g): Aporta suavidad y enriquece la mezcla con su sabor cremoso.
- Huevos (3): Atemperados a temperatura ambiente, para integrarse perfectamente con los demás ingredientes y darle estructura al pastel.
- Melaza sin azufre (170 g): Le da ese sabor profundo y especiado tan característico del jengibre.
- Buttermilk (180 g): Su acidez equilibra la dulzura y ayuda a que el pastel quede tierno y esponjoso.
Para el caramelo de jengibre:
- Mantequilla (126 g): Crea una base rica y suave para el caramelo.
- Melaza (64 g) y azúcar moreno (165 g): Ambos ingredientes le dan un toque meloso y profundo al caramelo.
- Crema espesa (240 ml): Aporta una textura rica y sedosa.
- Especias (jengibre, canela, nuez moscada, pimienta inglesa y clavo): Complementan perfectamente el caramelo y elevan los sabores del pastel.
Para el glaseado de queso crema:
- Mantequilla (224 g) y queso crema (226 g): La mezcla perfecta para un glaseado cremoso y aireado.
- Azúcar en polvo (325 g): Endulza y suaviza el glaseado, dándole esa textura ligera y cremosa.
Preparación:
Preparar el pastel de jengibre:
- Precalienta el horno a 350°F (175°C). Engrasa un molde de 9x9 pulgadas y cúbrelo con papel pergamino.
- En un bol grande, mezcla las especias, la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal. Reserva.
- En otro bol, bate la mantequilla con los azúcares hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
- Agrega los huevos, la melaza y la vainilla, batiendo hasta que todo esté bien incorporado.
- Añade poco a poco los ingredientes secos junto con el buttermilk, batiendo a baja velocidad hasta que la mezcla esté suave.
- Vierte la mezcla en el molde preparado y hornea entre 34 a 39 minutos o hasta que un palillo salga limpio.
- Deja enfriar durante 20 minutos en el molde antes de sacarlo y enfriar completamente en una rejilla.
Preparar el caramelo de jengibre:
- Mientras se hornea el pastel, derrite la mantequilla, la melaza y el azúcar moreno en una cacerola a fuego medio.
- Deja que hierva a fuego lento durante 5 minutos. Reduce el fuego, añade la crema espesa y deja que cocine por 3-4 minutos más.
- Retira del fuego y agrega las especias y la sal. Deja enfriar.
Preparar el glaseado de queso crema:
- Bate la mantequilla a alta velocidad hasta que se vuelva cremosa.
- Agrega el queso crema y continúa batiendo hasta que esté bien integrado.
- Tamiza el azúcar en polvo y bate nuevamente hasta obtener una mezcla suave y esponjosa.
Montaje del pastel:
- Una vez que el pastel esté completamente enfriado, transfiérelo a una fuente para servir.
- Haz agujeros con un palillo en la parte superior del pastel y rellénalos con el caramelo de jengibre utilizando una manga pastelera.
- Después, extiende el glaseado de queso crema por encima del pastel y decóralo con más caramelo para darle un toque final.
- Corta en cuadrados y sirve.
Consejos Adicionales:
- Si el caramelo se vuelve demasiado espeso, solo necesitas calentar ligeramente para que sea más fácil de manipular.
- Si prefieres un pastel más suave, puedes añadir un poco más de buttermilk o reducir la cantidad de especias según tu gusto.
Sugerencias de combinaciones:
Este pastel de jengibre con caramelo y crema de queso va perfecto con una taza de té chai o café negro. Si quieres darle un toque aún más festivo, acompáñalo con un poco de helado de vainilla o crema batida para contrastar la textura densa del pastel.
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