Esta tarta es la estrella indiscutible de cualquier mesa, perfecta para esas tardes de verano en el jardín o como broche de oro en una cena especial. Es un postre que logra el equilibrio perfecto entre rusticidad y elegancia, entre lo tradicional y lo sofisticado, recordándonos por qué los postres con frutas frescas son siempre una elección ganadora.
Razón por la cuál amarás esta receta:
Lo que realmente te enamorará de esta tarta es la combinación perfecta de sabores y texturas: la suavidad del queso quark se encuentra con el toque ácido de las bayas frescas, mientras las láminas de almendra crujientes aportan un contraste delicioso. Es un postre ligero pero decadente al mismo tiempo, ideal para cualquier ocasión. Además, su sencillez te permitirá disfrutar del proceso sin complicaciones, ¡y el resultado es simplemente impresionante!
Ingredientes:
- Harina (250 g): Base esencial de cualquier masa, aportando estructura. La clave es no sobretrabajarla para que la masa sea ligera.
- Mantequilla (125 g): Asegúrate de que esté fría y cortada en cubos pequeños. Esto garantizará una masa suave y hojaldrada, con una textura fundente en boca.
- Huevo (1): Aporta suavidad y cohesión a la masa, ayudando a que todo se una perfectamente.
- Azúcar (60 g): Endulza la base de la masa sin sobrecargarla, dejando que el relleno sea el verdadero protagonista.
- Queso Quark (500 g): Un queso fresco y cremoso que se utiliza en muchas recetas alemanas. Su sabor suave lo hace perfecto para postres como este.
- Azúcar de vainilla (1 sobre): Un toque aromático que eleva el sabor del relleno.
- Maicena (40 g): Ayuda a dar cuerpo al relleno sin que se vuelva pesado, creando una textura cremosa y suave.
- Ralladura de limón (1 cucharadita): Un toque de frescura que corta la dulzura y le da complejidad al sabor.
- Bayas (4-5 cucharadas): Frambuesas, arándanos o una mezcla de ambas. La acidez de las bayas complementa perfectamente la cremosidad del queso y la suavidad de la masa.
- Láminas de almendra (4-5 cucharadas): Añaden un toque crujiente y un sabor sutil a nuez que transforma este postre en una experiencia única.
Preparación:
- Preparar la masa: Mezcla en un bol la harina, mantequilla, huevo y azúcar. Amasa hasta obtener una bola homogénea. Si la masa está pegajosa, puedes agregar un poco más de harina. Tómate tu tiempo, pero no sobretrabajes la masa para que no quede dura.
- Preparar el relleno: En otro bol, bate el queso quark con los huevos, el azúcar de vainilla, la maicena, el azúcar y la ralladura de limón. Debe quedar una mezcla suave y cremosa, sin grumos.
- Formar la tarta: Engrasa un molde de 26 cm de diámetro y cubre el fondo con papel de hornear. Estira la masa sobre una superficie enharinada, cubriendo el fondo y los bordes del molde. Pincha la base con un tenedor para evitar que suba durante el horneado.
- Montar la tarta: Vierte el relleno sobre la base de masa y distribuye las bayas por encima. Luego, esparce las láminas de almendra por toda la superficie.
- Hornear: Precalienta el horno a 180°C y hornea durante 40 minutos, o hasta que el relleno esté firme y los bordes estén dorados. Si se dora demasiado rápido, cubre la tarta con papel aluminio y continúa horneando.
- Dejar enfriar: Deja enfriar la tarta completamente en el molde. Esto evitará que el relleno se derrame y asegurará una textura firme y deliciosa.
Consejos Adicionales:
- Para un toque extra de sabor, puedes agregar un chorrito de esencia de vainilla al relleno. La vainilla y el queso quark hacen una combinación fantástica.
- Asegúrate de no sobrecocer la tarta; el relleno debe estar ligeramente dorado por los bordes, pero aún debe mantener su textura cremosa.
- Si prefieres una base más crujiente, puedes hornear la masa sola durante unos 10 minutos antes de agregar el relleno.
Sugerencias de Combinaciones:
- Si te encantan las frutas, prueba agregar rodajas de plátano o incluso trozos de manzana caramelizada en lugar de las bayas. La combinación de frutas es infinita.
- Sirve la tarta acompañada de una bola de helado de vainilla o una cucharada de crema chantilly para una indulgencia extra.
- Si te gustan los postres con un toque adulto, un chorrito de licor de naranja (como Cointreau) en el relleno le dará un toque sofisticado.
¡Esta tarta es la respuesta perfecta para cualquier reunión! Sus sabores frescos, suaves y ligeros harán que todos pidan un trozo más.
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