Trufas de Yogur y Fresa Cubiertas de Chocolate


Perfectas para un día especial, para compartir con amigos o simplemente para mimarte, estas trufas son tu boleto a un momento de puro placer culinario. Prepárate para enamorarte de cada detalle de esta receta que fusiona lo tradicional con lo innovador.


Razón por la cuál amarás esta receta:

Imagina la combinación de lo cremoso y fresco del yogur con el dulzor natural de las fresas, todo recubierto con una capa de chocolate negro que se derrite en tu boca. Estas trufas son una explosión de sabores y texturas: frescura, cremosidad, dulzura y un toque de amargor que las hace irresistibles. Perfectas para un antojo rápido, una merienda ligera o como un postre elegante y sencillo. Además, son libres de lácteos y sin azúcares refinados, lo que las convierte en una opción deliciosa y un poco más saludable.


Ingredientes:

  • 1/2 taza de yogur natural o de vainilla (usé uno sin lácteos): El yogur es la base cremosa que proporciona un contraste perfecto con la acidez de las fresas. Asegúrate de usar un yogur espeso para que las trufas mantengan su forma al congelarse. Si optas por uno sin lácteos, elegir un yogur de coco o almendra puede agregar un toque delicado y exótico.
  • 1 1/2 tazas de fresas picadas: Las fresas, jugosas y frescas, aportan dulzura natural y un toque ácido que equilibra la cremosidad del yogur. Al ser picadas, su sabor se distribuye uniformemente, dando a cada bocado una explosión de frescura.
  • 170 g de chocolate negro (usé uno sin lácteos y sin azúcar refinada): El chocolate negro es el ingrediente esencial que recubre las trufas, aportando un sabor profundo y ligeramente amargo que contrasta maravillosamente con el dulzor de las fresas y el yogur. Al elegir un chocolate sin lácteos y sin azúcar refinada, no solo haces que la receta sea más ligera, sino que también realzas los sabores puros del cacao.


Preparación:

  • Mezclar las fresas y el yogur: En un tazón grande, mezcla el yogur con las fresas picadas. Asegúrate de que las fresas estén bien distribuidas en la mezcla para que cada trufa tenga el balance perfecto de yogur y fruta.
  • Coloca la mezcla en una bandeja cubierta con papel pergamino, formando 10 montoncitos (o la cantidad que prefieras). Cada montoncito debe ser lo suficientemente grande para que se convierta en una deliciosa trufa después de congelarse.
  • Congelar la mezcla: Coloca la bandeja con los montoncitos en el congelador y deja que se congelen completamente, esto tomará varias horas. El congelado es crucial para que las trufas mantengan su forma una vez cubiertas con el chocolate.
  • Cubrir con chocolate derretido: Una vez congeladas las trufas, derrite el chocolate negro en un recipiente. Si el chocolate no está lo suficientemente fluido, agrega 1-2 cucharaditas de aceite de coco para darle la textura adecuada.
  • Sumerge cada montoncito congelado en el chocolate derretido, asegurándote de cubrirlo completamente. Si el chocolate comienza a endurecerse mientras trabajas, puedes volver a calentarlo a baño maría o en intervalos cortos en el microondas.
  • Congelar nuevamente: Después de cubrir las trufas con chocolate, vuelve a colocarlas en el congelador y deja que se endurezcan. El chocolate se pondrá firme y las trufas estarán listas para disfrutar.
  • Servir y disfrutar: Una vez endurecido el chocolate, sácalas del congelador. Te recomiendo dejar reposar las trufas fuera del congelador durante 10-15 minutos antes de comerlas, para que el relleno de yogur se descongele ligeramente y tenga una textura más suave.


Consejos Adicionales:

  • Si quieres darle un toque extra, puedes añadir un poco de extracto de vainilla al yogur para intensificar los sabores. También puedes probar con otras frutas, como moras o frambuesas, para variar la receta.
  • Si prefieres una capa más gruesa de chocolate, simplemente usa más chocolate derretido o repite el proceso de cobertura.
  • Guarda las trufas sobrantes en el congelador. Si las dejas a temperatura ambiente por mucho tiempo, el chocolate puede derretirse. ¡Mejor conservarlas frías!

Sugerencias de combinaciones:

  • Estas trufas combinan maravillosamente con una bebida fría como un té helado de frutas o un jugo natural de naranja. El contraste de temperaturas hace que la experiencia sea aún más placentera.
  • Si te gustan las texturas crujientes, puedes añadir trozos de almendras o nueces picadas al chocolate derretido antes de cubrir las trufas. La mezcla de la suavidad de la trufa y el crujido de los frutos secos es una maravilla.
  • Sirve estas trufas con una bola de helado de vainilla o de chocolate para un postre más decadente.

Estas trufas son la definición de frescura y indulgencia, con el equilibrio perfecto entre lo cremoso, lo afrutado y lo chocolatado. ¡Disfrútalas en cualquier momento del día para darte un gusto delicioso y ligero!


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