Estas galletas son el equilibrio perfecto entre lo refinado y lo reconfortante, lo suficientemente elegantes para servir con el té de la tarde, pero tan irresistibles que no podrá evitar probarlas a cualquier hora del día. El verde suave del pistacho y el blanco cremoso del chocolate crean un contraste visual tan hermoso como su sabor.
Razón por la cuál amarás esta receta:
Cada bocado te envuelve con el sabor intenso y único de los pistachos, complementado con la delicadeza de la maicena, mientras que la cobertura de chocolate blanco aporta un toque de dulzura que se derrite en tu paladar. Además, los pistachos enteros en el interior y el toque final de pétalos de rosa comestibles hacen que estas galletas sean una joya visual y de sabor. Son perfectas para una tarde de té o como regalo delicado para una ocasión especial.
Ingredientes:
Para la masa:
- 140 g de mantequilla: La mantequilla, suavizada, es el ingrediente base que da a estas galletas su textura crujiente pero tierna. Es importante que esté a temperatura ambiente para que se mezcle bien con el azúcar, creando una base suave y uniforme.
- 90 g de azúcar glas: El azúcar glas se disuelve rápidamente, contribuyendo a la textura suave de las galletas, sin granulación visible, lo que hace que la masa sea perfectamente lisa y suave.
- 16 g de azúcar vainillado: El azúcar vainillado aporta un toque de aroma y dulzura sutilmente perfumada que eleva el sabor de las galletas, añadiendo una capa de sofisticación y calidez.
- 1 huevo: El huevo es esencial para dar cohesión a la masa. Ayuda a que los ingredientes se unan y a que las galletas mantengan su forma durante el horneado.
- 80 g de pistachos: Los pistachos triturados son el alma de esta receta. Con su sabor único, tostado y ligeramente salado, proporcionan una textura crujiente y un contraste perfecto con la suavidad de la maicena.
- 225 g de maicena: La maicena, al ser un almidón, proporciona una textura muy suave y desmenuzable a las galletas, dándoles esa sensación ligera y casi esponjosa que las hace irresistibles.
- 4 g de polvo de hornear: El polvo de hornear ayuda a que las galletas se expandan ligeramente durante el horneado, dándoles una textura más aireada y suave.
- 75 g de harina: La harina se utiliza en pequeña cantidad para dar estructura a la masa. Junto con la maicena, ayuda a que la mezcla tenga la consistencia adecuada para formar las galletas sin que sean demasiado densas.
Para el relleno:
- Pistachos: Utilizados enteros en el centro de cada galleta, los pistachos aportan un crujido extra y un sabor delicioso que se destaca en cada bocado. Además, crean una sorpresa encantadora en el interior.
Para la cobertura:
- 350 g de chocolate blanco: El chocolate blanco, derretido, recubre las galletas con una capa rica y dulce que se funde suavemente en el paladar. Aporta un sabor cremoso y ligeramente dulce que complementa perfectamente el pistacho y la maicena.
Para la decoración:
- Pistachos: Finamente molidos, los pistachos decoran las galletas con un toque extra de sabor y textura crujiente. También sirven para resaltar el color verde vibrante, creando un contraste visual hermoso.
- Pétalos de rosa (comestibles): Los pétalos de rosa aportan un toque elegante y delicado a las galletas. Son comestibles, añadiendo un sabor floral sutil que complementa la dulzura del chocolate blanco y la intensidad del pistacho.
Preparación:
- En un tazón grande, combina la mantequilla suavizada, el azúcar glas y el azúcar vainillado. Mezcla hasta obtener una mezcla suave.
- Agrega el huevo batido, los pistachos finamente molidos, la maicena, el polvo de hornear y la harina. Mezcla bien y amasa hasta obtener una masa homogénea.
- Toma pequeñas porciones de masa (15 gramos) y coloca dos pistachos en el centro. Luego, cierra la masa alrededor de los pistachos y forma una bola suave enrollándola entre las palmas de tus manos.
- Coloca las galletas de maicena y pistacho en una bandeja de hornear forrada con papel pergamino.
- Hornea las galletas en un horno precalentado a 190°C durante 10-15 minutos. Controla el tiempo de horneado, ya que puede variar. Deja enfriar completamente las galletas.
- Una vez que las galletas estén completamente frías, sumérgelas una por una en el chocolate blanco derretido.
- Coloca las galletas de maicena y pistacho sobre una hoja de papel pergamino y decora con rayas de chocolate blanco, pistachos finamente molidos y pétalos de rosa. Deja que el chocolate se endurezca.
Consejos Adicionales:
- Asegúrate de no sobrepasar el tiempo de horneado para evitar que las galletas se resequen. Están listas cuando los bordes comienzan a dorarse ligeramente.
- Puedes almacenar las galletas en un recipiente hermético para que mantengan su frescura. Si las prefieres aún más crujientes, déjalas reposar unos minutos más fuera del horno.
- Si prefieres un sabor más intenso, puedes tostar ligeramente los pistachos antes de incorporarlos a la masa, lo que realzará su sabor.
Sugerencias de combinaciones:
- Estas galletas combinan perfectamente con un té verde o un café suave que resalte los sabores tostados de los pistachos y el chocolate blanco.
- Si te gustan los sabores más atrevidos, puedes acompañar las galletas con un toque de crema de mascarpone o un poco de helado de vainilla, creando un contraste frío-cremoso que elevará aún más la experiencia.
- Para un toque aún más indulgente, puedes sumergir la base de las galletas en una capa extra de chocolate blanco o incluso espolvorear un poco de sal marina en el chocolate antes de que se endurezca, resaltando el contraste entre lo dulce y lo salado.
Estas galletas son una mezcla perfecta de sabores refinados, creando una experiencia sensorial completa que hará que cada bocado sea una delicia irresistible. ¿Estás listo para disfrutar de este pequeño lujo en tu día?
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