Scones de Chocolate en Forma de Corazón


Los scones son un clásico de la repostería inglesa, tradicionalmente servidos con té en las tardes. Pero, ¿qué pasaría si los convertimos en una delicia más romántica? Cuando decidas sorprender a tu ser querido o hacer que cualquier ocasión sea memorable, ¡estos scones de chocolate en forma de corazón lo lograrán! Su textura suave, el toque de chocolate y la forma tierna harán que cada bocado sea un verdadero acto de amor.


Razón por la cuál amarás esta receta:

¿Te imaginas morder un scone caliente, suave y chocolatoso, con un delicado toque de mantequilla, y encontrar dentro un relleno de mermelada fresca o crema batida? Este es un beso de sabor que te hará enamorarte de la repostería. No solo la textura de estos scones es inconfundible, sino que la forma en que se derriten en la boca junto al chocolate lo convierten en un postre que se siente como un abrazo. Además, ¡son perfectos para sorprender a alguien especial, o para disfrutar con una taza de té en un momento tranquilo!


Ingredientes:

  • 350 g de harina para todo uso: Proporciona la base perfecta para estos scones, dándoles estructura sin perder su suavidad.
  • 150 g de harina para pastel: Este ingrediente le da a la masa esa textura delicada y esponjosa que buscas en un buen scone.
  • 30 g de polvo para hornear: El secreto para hacerlos ligeros y aireados, con una textura perfecta que se deshace al morderlos.
  • 1/2 cucharadita de sal: Para resaltar los sabores y equilibrar la dulzura.
  • 160 g de mantequilla sin sal, fría y cortada en cubos: Asegúrate de que la mantequilla esté bien fría para crear una textura quebradiza y perfecta. ¡Es la clave!
  • 90 g de azúcar: Aporta dulzura sin opacar el sabor del chocolate.
  • 180 g de chocolate negro (en trozos o rallado): El corazón de la receta. Usa chocolate de buena calidad para una explosión de sabor en cada bocado.
  • 75 g de crema para batir: Le da suavidad y humedad a la masa, haciéndola más rica.
  • 75 g de leche entera: Aporta la cremosidad necesaria para ligar todos los ingredientes.
  • 2 huevos: Son esenciales para dar estructura y riqueza a los scones.
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla: Un toque aromático que eleva el sabor y la experiencia sensorial.
  • 1 huevo (batido) y 1 cucharada de leche para pintar: Esto les da un acabado dorado y brillante, como una joya recién salida del horno.


Preparación:

  • Precalienta el horno: Precalienta tu horno a 180°C (350°F) y cubre una bandeja con papel de hornear. ¡Es momento de preparar tu espacio para esta maravilla chocolatera!
  • Mezcla los ingredientes secos: En un bol grande, tamiza las harinas, el polvo para hornear y la sal. Agrega el azúcar y mezcla bien. Siente la suavidad que se va formando en la mezcla.
  • Incorpora la mantequilla fría: Añade la mantequilla en cubos a la mezcla seca y, con tus manos o un cortapastas, ve trabajando la mantequilla hasta que consigas una textura arenosa. Este paso es el alma de la receta, pues le dará ese toque quebradizo tan característico.
  • Añade el chocolate: Vierte los trozos o el chocolate rallado y asegúrate de que se distribuyan bien. ¡Este es el momento mágico en que el chocolate empieza a derretirse en tu imaginación!
  • Mezcla los ingredientes líquidos: En otro bol, bate los huevos con la crema para batir, la leche y la vainilla. Lo que importa aquí es que todo se integre perfectamente para darle la suavidad que la masa necesita.
  • Une los ingredientes secos y líquidos: Haz un hueco en el centro de los ingredientes secos y vierte los líquidos. Revuelve con una espátula hasta que obtengas una masa, suave pero firme. Si está demasiado seca, añade un poco más de leche.


  • Forma la masa de los scones: Coloca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y, con cuidado, amasa brevemente. Luego, estírala con un rodillo hasta que tenga un grosor de 2-3 cm.
  • Corta los scones en forma de corazón: Usa un cortador de galletas con forma de corazón para crear esas pequeñas maravillas. Recuerda dejar algo de espacio entre ellos en la bandeja para que puedan expandirse como estrellas en el cielo.
  • Pinta los scones: En un bol pequeño, bate el huevo con la leche y pinta cada scone para darle un toque dorado y brillante.
  • Hornea los scones: Coloca la bandeja en el horno y hornea durante 18-20 minutos o hasta que estén dorados y cocidos por dentro. Al sacar del horno, sentirás el aroma a chocolate envolverte.
  • Decora los scones (opcional): Si te atreves a llevar la experiencia aún más lejos, corta los scones por la mitad y añádeles relleno de mermelada de fresa, crema batida o incluso un poco de chocolate derretido.
  • Sirve y disfruta: Disfruta de estos scones mientras están frescos y humeantes, acompañados de tu bebida favorita.


Consejos Adicionales:

  • No subestimes la importancia de la mantequilla fría. Cuanto más fría esté, mejor será la textura de los scones.
  • La masa de los scones no debe trabajarse demasiado, ya que esto puede hacer que pierdan su textura ligera y aireada. ¡Sé gentil!

Sugerencias de combinaciones:

  • Si no te decides por un solo relleno, prueba una combinación de mermelada de frambuesa y crema batida. ¡Un toque de frescura y suavidad!
  • Acompaña estos scones con una taza de té de frambuesa o incluso con un café suave. El contraste de sabores potenciará la experiencia.


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Créditos a la receta original, basada en tendencias populares de redes sociales.